sábado, 28 de septiembre de 2013

Un Domingo en la Iglesia

Nosotros asistimos cada domingo a la Iglesia, por 3 horas, en la primera hora renovamos nuestros convenios hechos con Dios es decir cuando nosotros nos bautizamos (de la edad de 8 años en adelante) le prometimos seguirlo siempre, ser testigos de Él, hacer todo lo posible por ser mejores, recordarlo siempre y al tomar la santa cena recordamos esos convenios hechos con el, la santa cena son el pan y el agua, el pan es en memoria del cuerpo de Cristo y el agua en memoria de su sangre, cuando tomamos la santa cena recordamos el sacrificio expiatorio que el hizo, que el pago por todos nuestros pecados, cuando los tomamos todos estamos juntos adultos, niños, jóvenes, estamos en el salón sacramental, y hermanos (así nos llamamos entre nosotros) dan mensajes en el púlpito (estrado) ésta es la primera hora.

En la segunda hora nos separamos por clases, los adultos hombres y mujeres mayores de 18 años estamos en una clase, los jóvenes hombres y mujeres de 12 a 13 años en una clase, de 14 a 15 años en otra clase y 16 a 17 en diferente clase.
Los niños mas pequeños están en guardería mientras sus papás están en clase menores de 3 años, de 3 años en adelante son  rayitos de sol donde hacen manualidades, colorear con el propósito de aprender del evangelio, de 4 a 7 años están los HLJ (Haz lo Justo), y de 8 a 11 años los valientes.

 En la tercera hora nos dividimos hombres y mujeres, mujeres de 18 años en adelante en Sociedad de Socorro, los hombres en el Sacerdocio, las mujeres jóvenes de 12 a 18 en la organización de mujeres jóvenes a su vez éstas se separan por abejitas de 12 a 13 años, damitas de 14 a 15 y laureles de 16 a 17, y los hombres de 12 a 17 también se separan de 12 a 13 diáconos de 14 a 15 maestros y de 16 a 17 presbíteros. Cada organización tiene a sus respectivos líderes la Sociedad de Socorro tiene una presidenta y sus consejeras, el quórum de élderes su presidente y sus consejeros, los hombres jóvenes su presidente y consejeros, las mujeres jóvenes su presidenta y consejeras, y la primaria su presidenta y sus consejeras, cada uno de los líderes de la organización son llamados por el obispo que es el que dirige al barrio.

Me encanta el poder asistir y escuchar la palabra del Señor, siento su espíritu en mi, deseos de mejorar cada día e invitar a las demás personas a que puedan gozar de estas bendiciones,  que puedan sentir lo que yo siento, querer hacer lo bueno delante de los ojos de Nuestro Padre Celestial y Jesucristo, y recordando su sacrificio expiatorio,  lo único que tengo que hacer es arrepentirme corregir lo que he hecho mal y volver a empezar cuantas veces me equivoqué, por que Dios siempre está con nosotros.
Mi mamá, mi hermana y yo saliendo un domingo de la iglesia.







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